Se recomienda la extirpación quirúrgica de todo el riñón o parte de él (nefrectomía). Puede ser una cirugía abierta o por laparoscopía.
La radioterapia generalmente no es eficaz en el tratamiento del carcinoma de células renales y, por ese motivo, no se emplea con frecuencia. En algunos casos, los tratamientos hormonales pueden reducir el crecimiento del tumor.
Los medicamentos, como interferón alfa e interleucina, han sido eficaces en la reducción del crecimiento de algunos carcinomas de células renales, incluso algunos que se han diseminado. En diciembre de 2005, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos aprobó un nuevo tipo de fármaco, llamado Nexavar, para adultos con carcinoma de células renales avanzado. El fármaco funciona restringiendo el aporte de sangre al tumor.
En algunos casos, se puede recurrir a la quimioterapia, pero es probable que no se logre una curación completa.